Ávida, codiciosa y golosa. No hay mejor manera para describir las interminables y salvajes ganas de saciar el enorme deseo de saberlo todo.
Proyectos como abrir Wikipedia todos los días, seleccionar un artículo aleatorio y luego investigar por, al menos, media hora sobre el tema, me hacen ver extraña ante los ojos de los demás.
Lo que los demás no saben es que ese proyecto me llena de cultura y sacia la AVIDEZ de saber más sobre todo lo que me rodea.
¿Quién iba a pensar que hay cosas diferentes al sexo, al comer y al dormir, que pueden generar tanto deseo? Quizá me pueden tildar de CODICIOSA, porque “nadie puede saberlo todo”, porque “la vida hay que vivirla con calma”, porque “los que menos saben son los que menos se preocupan”.
A esos comentarios, cuya única intención es reducir a aquellos que AMBICIONAN más, les respondo: “¿Cuál es el problema con saciar todos los placeres que nos hacen ser felices?”
Nuestro objetivo en la vida es ser felices; somos los únicos animales que no se conforman con ser simplemente humanos, entonces ¿por qué no ponernos la meta clara de ser felices?
Pues sí. Soy GOLOSA. Me encanta comer conocimiento y llenarme de información hasta reventar; revolcarme en miles de páginas de cultura y bañarme en los textos serios de Internet.
ADVERTENCIA: “No exceda la dosis recomendada. Evítese el uso indiscriminado de este producto debido a que aumenta el riesgo de reacciones adversas”