Hace un par de semanas, hubo en mi país un evento
único en su historia: elecciones primarias. Sí, sí, sí, ya sé: “eso no es un
evento único” me dirán, “COPEI/PSUV/AD, etc… ha tenido elecciones primarias”
replicarán, a lo que yo les responderé que jamás ha habido elecciones primarias
entre varios partidos políticos con posiciones diferentes.
Cada candidato expresó propuestas, planes a corto y
mediano plazo, esquemas de trabajo, reforzó la idea de la unidad, hizo campaña a
su manera y de acuerdo a sus posibilidades, hubo “debates”. ¡En fin! Se puede
decir que desde hace mucho tiempo no se había visto un nivel tan alto en el
discurso político venezolano.
Eso es lo que queríamos conocer las nuevas
generaciones y lo que querían recodar las generaciones que contaron con políticos
de la talla de Rómulo Betancourt (AD), Rómulo Gallegos (AD), Jóvito
Villalba (URD), Raúl Leoni (AD), Rafael Caldera (COPEI) y Juan Bautista Fuenmayor
(PCV).
"Y me preguntaba yo:..." |
Y me preguntaba yo: ¿Los electores habremos estado a
la talla de nuestros candidatos?
Y me respondía yo misma: “pues, no”.
Yo no juzgaba a los votantes por su candidato, sino
por su manera de argumentar su elección. Mi sorpresa fue grande al ver que los
electores hacían lo que no habían hecho los candidatos: atacar al contrario con
argumentos disparatados que iban desde la edad, apariencia, historia personal, sexo,
ciudad de nacimiento, “talla de zapatos y número de lotería favorito”
Reacciones viscerales, ataques infundados,
extremismos barbáricos era lo que yo escuchaba de los electores, pero ¿es que
ya no estamos cansados de escuchar lo mismo desde hace 14 años? Espero un
cambio. Espero que la gente empiece a tener esa conciencia política que
perdimos hace 30 años.
TIC TAC:
Espero que esperar no sea una esperadera de
esperanzas esperadas