domingo, febrero 26, 2012

Deme un discurso de altura, por favor.

Hace ya mucho tiempo ¿no? Pero eso no es lo importante aquí.

Hace un par de semanas, hubo en mi país un evento único en su historia: elecciones primarias. Sí, sí, sí, ya sé: “eso no es un evento único” me dirán, “COPEI/PSUV/AD, etc… ha tenido elecciones primarias” replicarán, a lo que yo les responderé que jamás ha habido elecciones primarias entre varios partidos políticos con posiciones diferentes.

Cada candidato expresó propuestas, planes a corto y mediano plazo, esquemas de trabajo, reforzó la idea de la unidad, hizo campaña a su manera y de acuerdo a sus posibilidades, hubo “debates”. ¡En fin! Se puede decir que desde hace mucho tiempo no se había visto un nivel tan alto en el discurso político venezolano.

Eso es lo que queríamos conocer las nuevas generaciones y lo que querían recodar las generaciones que contaron con políticos de la talla de Rómulo Betancourt (AD), Rómulo Gallegos (AD), Jóvito Villalba (URD), Raúl Leoni (AD), Rafael Caldera (COPEI) y Juan Bautista Fuenmayor (PCV).
"Y me preguntaba yo:..."
Y me preguntaba yo: ¿Los electores habremos estado a la talla de nuestros candidatos?

Y me respondía yo misma: “pues, no”.

Yo no juzgaba a los votantes por su candidato, sino por su manera de argumentar su elección. Mi sorpresa fue grande al ver que los electores hacían lo que no habían hecho los candidatos: atacar al contrario con argumentos disparatados que iban desde la edad, apariencia, historia personal, sexo, ciudad de nacimiento, “talla de zapatos y número de lotería favorito”

Reacciones viscerales, ataques infundados, extremismos barbáricos era lo que yo escuchaba de los electores, pero ¿es que ya no estamos cansados de escuchar lo mismo desde hace 14 años? Espero un cambio. Espero que la gente empiece a tener esa conciencia política que perdimos hace 30 años.

TIC TAC:
Espero que esperar no sea una esperadera de esperanzas esperadas