martes, septiembre 21, 2010

La persistencia de la memoria


Revisando entre los archivos que hay en mi casa, encontré el informe psicológico que me hicieron cuando tenía cinco años de edad. Hurgando más profundo en las gavetas del archivero, también encontré la prueba que me hicieron cuando tenía 15 años. (No diré porqué me hicieron esas pruebas... it's not your bussiness :-P )

El punto de esto es que, leyendo el informe, me di cuenta que estas pruebas tienen algo en común... transcurrieron 10 años y mi memoria seguía siendo pésima. Y todavía creo que es pésima. Me remito al hecho de que he tenido que estudiar dos días una obra de teatro de cuatro míseras páginas para poder memorizar y todavía no me sé el texto completo (Shame on me!)

Ahora, viendo el lado positivo, esta experiencia de la obrita de teatro me ha permitido entender un poco cómo funciona mi extraño proceso de memorización:

  1. Tengo que entender lo que tengo que memorizar. Causas, motivos, consecuencias, aspectos micro y macro del asunto en cuestión.
  2. Tengo que relacionar lo que leo con una emoción o sensación. Esto no sólo es para teatro, sino también para memorizar dónde dejé olvidadas mis llaves o cómo se clasifican las carpetas en mi lugar de trabajo. Es extraño, pero tengo que recurrir a la memoria emocional para poder recordar mejor
  3. Relaciono lo que leo con imágenes visuales; "ahora es otoño y pronto caerá el invierno cubriéndolo todo de nieve..." y tengo que imaginar que es otoño y, literalmente, el invierno cayendo como un saco de plomo sobre la ciudad. También me sirve imaginarme la palabra a cierta altura de la página que estoy leyendo.
¡Bueh! después de toda esta perorata y desviación, ya me acordé porqué tenía que entrar en blogger y no era para escribir esta entrada, jeje