¿Saben cómo hay gente que logra descuadrarnos la agenda sin el más mínimo atisbo de vergüenza?
Es el tipo de personas que contagian de su DESORGANIZACIÓN a las personas que sí mantienen una agenda, a las personas que sí establecen PRIORIDADES con respecto a las actividades diarias.
Y es que lo complejo no es trabajar, ni vivir, ni entablar amistad con este tipo de personas. ¡No! Lo complejo es aprender a inmunizarse contra la altísima variedad de tipos de desorganización que puede tener una misma persona:
• Desorganizados en tiempo
• Desorganizados en espacio
• Desorganizados en Relaciones Públicas
• Desorganizados sentimentales
• Desorganizados mentales
• Desorganizados – Ordenados
• Desorganizados – Desordenados
• Desorganizados despistados
• Desorganizados torpes
Y esta lista es sólo un fragmento de la gran lista de desorganizados que conozco.
Pero dentro de esa lista, debo excluir a los desorganizados más peligrosos: LOS DESORGANIZADOS CON DERECHO A DELEGAR, porque son éstos los que tienen el cargo para delegar, contagiar y multiplicar su desorganización en sus asistentes quienes, como yo, tienen que correr para arriba y para abajo tratando de cubrir y componer el desastre que hicieron.
¡Ojo! Con esto no quiero decir que yo sea la mata de la organización, pero por lo menos sé que PRIORIZAR los eventos diarios es la mejor manera de evitar que me cojan por sorpresa algunas actividades importantes.
Y es que esa es la clave para la organización: PRIORIZAR, PRIORIZAR y PRIORIZAR.
LISTA:
1: Escribir la entrada
2: Tomar la foto
3: Publicarla en el blog